viernes, 27 de noviembre de 2015

Box of hope

Se acerca la Navidad, y ya empiezan las iniciativas para ayudar a los más necesitados. 

El colegio de mis hijos participa en una iniciativa llamada "Box of hope", y cada año he visto como este proyecto crece y crece. 

Todo empezó con dos madres, Nicole Woolhouse y Harriet Cleverly, que en abril del año 2008 pensaron que podían hacer para enseñar a sus seis hijos lo bonito que era compartir con  niños desfavorecidos. Para ello crearon un sistema de recogida de regalos para Navidad. La idea es que un niño da a otro niño un regalo, y todo se entrega en una caja de zapatos. Se recomienda que se incluya algún juguete, algo educativo, útiles de higiene que no sean líquidos. Todo tiene que ser nuevo, y no se puede incluir comida, medicinas, juguetes bélicos, líquidos...

Lo increíble de esto, que comenzó como algo pequeñito pensado por dos madres para enseñarles una lección a sus hijos sobre lo importante que es compartir, haya crecido tanto en tan solo seis años.
En el año 2008 recogieron 1200 cajas, en el año 2014 recogieron 21000 cajas. Me parece digno de admirar. ¿A vosotros no?










Los regalos llegan a niños de Hong Kong, China, Vietnam, Camboya y Filipinas.

Pinchando aquí puedes ir a su página web oficial y tener más información. 

Y aquí, un vídeo donde se ven a niños de Camboya recibiendo las cajas. Para alguno era su primer regalo en toda su vida. Ves las sonrisas y te das cuenta con que poco puedes hacer tan feliz a alguien.




lunes, 16 de noviembre de 2015

¡Qué asco de sandwich! de Gareth Edwards

La semana pasada leí una noticia sobre un estudio, que decía que enriquecía más el vocabulario de los niños pequeños leer pocos libros muchas veces, que no tener una amplia biblioteca. Lástima que no guardara el enlace para poder publicarlo en la entrada.

Nosotros tenemos muchos libros infantiles. Siempre los he utilizado para enseñar español en playgroups, y cuando tuve a mis hijos, me parecía mucho más importante traer eso de España que cualquier otro capricho. Al final su biblioteca se ha ido ampliando tanto, que yo he tenido que deshacerme de mis libros, para hacerle hueco a los suyos. Ahora leo en kindle. Me sigue gustando más el libro tradicional, pero reconozco que es cómodo porque no ocupa espacio y puedo comprar los libros que quiero directamente. Pero para los niños, creo que es importantísimo que sean en papel. Necesitan tocarlos, pasar las páginas, volver una y otra vez a lo mismo. No es lo mismo que una pantalla.

Y por la noticia esta que leí, me vino a la cabeza la última obsesión de mi hija. Un libro que nos hace leérselo una y otra vez. Que se sabe ya de memoria pero que se ríe cada vez como si fuera la primera vez. Repite la coletilla, se adelanta a lo que va a pasar, y cuando se va a la cama, con cuatro años, lo coge y lo sigue "leyendo" ella sola, a veces sin  equivocarse en una coma. 

¡Qué asco de sandwich!, así se llama la última obsesión de mi hija de cuatro años, del autor Gareth Edwards.


Es un libro de ediciones Jaguar, de tapa dura. El autor, como he dicho antes, es Gareth Edwards, y la ilustradora Hannah Shaw. Las ilustraciones me encantan. Es un libro muy muy colorido.

Y de qué trata...trata de un sandwich. Pero no un sandwich cualquiera, ¿eh?. Es de un sandwich precioso, o al menos lo era al principio. Y de como un tejón hambriento intenta hacerse con él. ¿Lo conseguirá?

Además es un cuento acumulativo, que favorece la memoria y fomenta la participación de los niños.

Y con una coletilla que a mi hija le encanta...."¡Está asqueroso!"


Y vuestros hijos, ¿Tienen algún libro que les haya obsesionado?

lunes, 9 de noviembre de 2015

Visitamos el templo de los diez mil budas

¡Tenemos visita! Y eso significa salir y patear lugares que hacía años que no íbamos. Y también tener una buena excusa para coger la cámara de fotos, porque desde que he tenido niños, y como cada vez que salimos mi bolso parece el de Mary Poppins, siempre acabo dejando fuera a mi adorada cámara.

El clima ahora en Hong Kong está perfecto para salir. No hay humedad, aún puedes ir en manga corta, ya casi no hay sand flies...¿Se puede pedir más?

Así que como nuestros visitantes, ya habían venido a vernos, hemos empezado nuestra ruta por un sitio que nos habíamos dejado en el tintero, y que personalmente, es uno de mis sitios favoritos.


Fuimos al Templo de los Diez Mil budas...que no son diez mil, si no aproximadamente 13500, pero nunca me he parado a contarlos.

El Templo de los Diez Mil budas está en los Nuevos Territorios, en Sha Tin (linea del tren azul, parada Shatin, salida por la que no es el centro comercial). Llama la atención que casi no hay carteles que lo identifiquen.

Se fundó en 1949, y no es un monasterio real, ya que no hay monjes residentes y está administrado por laicos.  Lo construyó un hombre muy devoto, Yuet Kai. Es un templo budista.

Para ir al templo, tienes que que subir unos 400 escalones rodeado de figuras de diferentes tamaños. Todos los budas son diferentes, no hay dos iguales. Actualmente no dejan sacar fotos en el salón principal, donde las paredes están recubiertas de budas de pequeño tamaño, y donde descansa el cuerpo de Yuet Kai. 

Si tienes suerte...o mala suerte, puede que te encuentres incluso con algún mono salvaje de los que viven por allí.

Un consejo...monjes falsos pasean por allí pidiendo donativos...no son monjes de verdad, no piqueis. La entrada es totalmente gratuita y la huchas para pedir donativos están perfectamente identificadas. 








Me gusta mucho ir, porque al no ser tan turístico, se respira mucha paz.